Notas del Chef:
Los ‘Pastéis de Nata’, a menudo conocidos como tartas de crema portuguesas, son una joya culinaria de Portugal, con una corteza de masa crujiente rellena de una crema ligeramente caramelizada. Estas tartas doradas, a menudo espolvoreadas con azúcar en polvo y canela, son un testimonio de la rica tradición pastelera del país. En sesiones de formación de equipos, hacer ‘Pastéis de Nata’ ofrece a los participantes una encantadora introducción a la repostería portuguesa, donde la precisión se encuentra con la pasión, y el resultado final es un bocado del dulce patrimonio de Portugal.
Serve: 25 pessoasPreparação:20 minutosConfecção:12 minutos
ALMÍBAR:
Azúcar – 250 g
Agua – 150 g
Cáscara de limón – 4 pedazos
Rama de canela – 2
CREMA DE HUEVO:
Maicena – 30 g
Harina – 30 g
Leche – 500 ml
Yemas de huevo – 6
Huevo – 1
CONSEJO: Sirve con Vino Oporto. El Vino Oporto es un vino fortificado muy tradicional de Portugal, y las variedades Tawny y Ruby son dos de las más populares. La principal diferencia entre ellas está en el proceso de envejecimiento y el perfil de sabor resultante.
Vino Oporto Ruby: envejece por un período más corto en barriles grandes de madera, lo que reduce el contacto con la madera y la oxidación, manteniendo un color más oscuro, cercano al rojo rubí, de ahí su nombre. Tiende a tener sabores más frescos y afrutados, con notas de frutas rojas, como cereza y mora, y generalmente es más robusto y menos complejo que los Tawnies.
Vino Oporto Tawny: envejece por períodos más largos en barriles más pequeños, promoviendo una mayor oxidación y evaporación, adquiriendo un color ámbar o marrón claro (tawny). Se caracteriza por sabores más complejos y maduros, con notas de frutas secas, caramelo, chocolate y madera, siendo generalmente más suave y elegante en comparación con los Rubies.
Para acompañar un pastel de nata, que tiene una textura cremosa y un sabor delicadamente dulce, un Tawny es generalmente una excelente opción. El Tawny, con sus notas de frutas secas, caramelo y especias, complementa muy bien la dulzura y la textura del pastel de nata. Además, la suavidad y complejidad del Tawny ayudan a equilibrar la riqueza del dulce. Un Ruby, con su perfil más afrutado y menos complejo, puede no ser la combinación ideal, ya que puede solaparse o contrastar demasiado con los sabores delicados del pastel de nata. Sin embargo, dependiendo del gusto personal, algunos pueden preferir esta combinación más contrastante.